lunes, 25 de abril de 2016

Libros eternos y ... flores etéreas...

Hoy me gustaría compartir con vosotros… una idea que surgió de la nada… quién dice de la nada, puede que surgiera viendo fotos en Instagram. Ayer 23 de Abril era el día del libro y día de Sant Jordi, y como marca la tradición se regala una rosa y un libro, personalmente los libros me gusta regalarlos en momentos que marcan y sé que libro regalar, creo que es algo muy personal. Bueno que me voy por las ramas… la cosa es que, viendo aquellas fotos de tantas rosas, recordé que yo también se hacer rosas, estas son un poco más eternas y además se pueden usar como marca páginas, como decoración o como siemple detalle que es lo que he hecho yo… quizá este post llegue un poco tarde aunque… pensándolo bien nunca es tarde para regalar flores, así que vamos a ello.
Sé que puede parecer un poco complicado, pero en realidad es tener paciencia ponerse y todo va saliendo. Para empezar necesitaremos un cúter, unas tijeras, una regla, pegamento fuerte de contacto, goma eva del color que más nos guste, una vela y por último, un palo de madera (yo he utilizado los que usamos en la cocina para hacer pinchos).

      Una vez hemos elegido nuestro color de goma eva, lo siguiente que tenemos que hacer es cortarlo en aproximadamente tres tamaños de cuadrados diferentes, todo depende de cómo queramos de grande nuestra rosa, aunque personalmente no os recomiendo que los cortéis muy pequeños, ya que dificultará el trabajo y la flor quedará mucho más cerrada. Para cortar, la forma más rápida es con un cúter y ayudados con una regla, es sencillo y mucho más rápido que las tijeras.                            
                                         





  Bien una vez los tenemos así, con ayuda de una tijera recortaremos tres de las esquinas del cuadrado intentando dar forma redondeada, de tal forma que tengamos la forma similar a una gota de agua. Posteriormente, con una vela pondremos las hojas recortadas sobre está, calentando la goma eva, pero sin que esta llegue a quemarse y le iremos dando forma con los dedos, para mí lo más fácil es darle forma con el pulgar y pellizcando la punta. 


            Por último, iremos uniendo los pétalos de diferentes tamaños desde los más pequeños hasta los más grandes. Posteriormente, insertaremos un pelo a modo de tallo y podemos decorarlo de tantas formas como queramos. En mi caso era un detalle que quería ofrecer por el día del libro por lo que les añadí un pequeño mensaje, un rosa hecha con golosinas y un lápiz, no sé si a vosotros os pasa, pero a mí me gusta subrayar cuando leo.





 Aprovechando que escribo en estos días del libro me gustaría compartir con vosotros 5 de mis libros favoritos. Es una pequeña selección de lo que recomendaría leer, cada uno de ellos puede que vaya a un público diferente y sobre todo cada uno de ellos nos lleva a sentimientos diferentes. Antes de dejaros con esta pequeña selección, comentaros que nada tiene de importante el orden en el que aparecen.


Vamos allá… El primero de ellos, es uno de esos libros que te lees deprisa, tiene una nota de humor y que puede ser divertido no sin dejar de decir algunas verdades, es cómo lo definiría un drama contado con humor, y para mí lo más importante es precisamente eso que siempre se le puede dar la vuelta a la historia y que tenemos que reírnos más de lo que nos pasa. 

   
     El segundo es uno libro de esos de novela romántica para adolescentes, pero me gusta mucho por dos cosas: uno porque pone colores a los sentimientos y ayuda a clasificar en esos momentos que todos pasamos que no sabemos cómo nos sentimos y dos porque es un libro que nos enseña a mayores y a pequeños y que creo que cualquier edad es buena para poder leerlo.


      El tercero es quizás, mi libro preferido, es un libro lleno de enseñanzas de vivencias que transmiten y cuentan tanto que te transportan a otro momento, es un libro que recomendaría sin dudarlo, para leer detenidamente con lápiz en mano y que recomendaría a los maestros y futuros maestros, para que se dieran cuenta eso tan delicado que tienen entre manos, el don de enseñar. 




No podía dejar esta selección sin un libro que refleja mis dos pasiones, la economíael y la psicología. En un libro corto, ameno, divertido, de fácil lectura y de esos que probablemente vuelvas a leer en más de una ocasión.


     Y por último, uno de esos libros que tanto me gustan a mí sobre la psicología más puramente clínica, en él se cuentan historias de consulta de esas que probablemente rara vez se encuentre un psicólogo, pero de las que nos hacen plantearlos lo maravilloso que es la mente humana. 



      Así que… por aquí os dejo un pedazito de mí, porque los libros me han enseñado, han vivido conmigo, me han trasportado, me han calmado y revolucionado, pero sobre todo me han hecho ser quién soy. 


     Por último, quería dejaros unas últimas imágenes sobre la presentación que podéis darle a estas rosa, ah y se me olvidaba podéis añadir vuestro perfume favorito, así siempre se acordarán de vosotros. 




¿Y por qué no?